La mejor hipoteca
¿Te has cansado de vivir de alquiler y quieres comprarte una casa? ¿Necesitas una hipoteca para poder pagarla? ¿Te gustaría saber cuál es la mejor hipoteca que puedes conseguir? Si has respondido sí a alguna de estas preguntas, sigue leyendo, porque este artículo te interesa. Y si has respondido no, también sigue leyendo, porque puede que te interese en algún momento.
La mejor hipoteca es la que no se pide
Lo primero que debes saber es que la mejor hipoteca es la que no se pide. Sí, has leído bien. La mejor forma de financiar la compra de una vivienda es ahorrar el dinero suficiente para pagarla al contado, sin tener que pedirle nada a ningún banco ni pagar intereses ni comisiones. Así te ahorrarás muchos problemas, dolores de cabeza y dinero. Y también te ahorrarás leer este artículo, pero ya que estás aquí, sigue leyendo.
Pero claro, sabemos que esto no es posible para la mayoría de las personas, que necesitan recurrir a una hipoteca para poder acceder a una vivienda. Si esperas a tener el dinero es posible que nunca lo puedas lograr, quizá cuando tengas el dinero seas tan mayor que no necesites la vivienda que soñabas. Por eso, vamos a darte algunos consejos para que puedas elegir la mejor hipoteca posible, según tus circunstancias y preferencias.
Antes de buscar hipoteca, es importante que tengas en cuenta y conozcas algunos conceptos previos, como:
- Nivel de ingresos: Debes generar unos ingresos que te permitan asumir una cuota mensual que no supere el 30% o el 40% de tu sueldo neto. Por ejemplo, si ganas 1.500 euros al mes, tu cuota ideal debería rondar los 450 euros.
- Estabilidad laboral: El banco valorará el tipo de contrato que tienes, la antigüedad en la empresa y el potencial de crecimiento profesional. Un contrato indefinido y una larga trayectoria en el mismo puesto te darán más garantías de solvencia.
- Ahorro previo: Necesitarás contar con un ahorro de al menos el 20-30% del precio de la vivienda, ya que las hipotecas no suelen cubrir el 100% del valor de la casa y además hay que pagar impuestos y gastos adicionales. Esto dependerá de tu comunidad autónoma, pues el impuesto de transmisiones varia de unas a otras.
- Tasación de la vivienda: El banco requerirá una tasación oficial para conocer el valor de la vivienda y saber el riesgo que asume con la hipoteca. La tasación suele tener un coste de entre 250 y 400 euros. Algunas entidades se hacen cargo de la misma si se firma la operación.
- Vencimiento anticipado: Es la posibilidad de que el banco reclame todo lo adeudado antes del plazo estipulado si el deudor incumple sus obligaciones. Esta cláusula puede ser nula si no cumple con los requisitos legales.
Más conceptos previos
- Provisión de fondos: Es un importe que el banco te solicitará para costear los gastos derivados del proceso de la hipoteca e impuestos.
- Índice de referencia: Es un tipo de interés que se utiliza para calcular el interés variable de una hipoteca. Suele ser el euríbor, pero también existen otros índices oficiales del mercado hipotecario, como el Míbor, el IRPH, aunque este último ha dejado de aplicarse.
- Diferencial: Es un porcentaje fijo que se suma al índice de referencia para determinar el interés que pagarás por tu préstamo hipotecario. Por ejemplo, si una hipoteca tiene un interés de euríbor más 1%, ese “1%” es el diferencial.
- Euríbor: Es el índice de referencia más utilizado en España para las hipotecas variables. Se calcula como el tipo medio al que los bancos se prestan dinero entre sí en el mercado interbancario europeo. Su valor cambia cada día y se publica mensualmente en el BOE.
- Bonificadores: Muy de moda en los últimos años. Se trata de productos complementarios que el banco «te ofrece» para bonificar el tipo de interés de forma que este baje conforme contratas más productos. Es habitual que esta bonificación llegue a un punto, y que se produzca por la contratación de seguros de vida y del hogar, así como por domiciliación de los ingresos en la cuenta en la que se paga el préstamo. Estas son las más habituales pero la imaginación de las entidades no tiene límites y puedes encontrar también; seguros de automóvil, planes de pensiones, fondos de inversión…
Hipoteca a tipo fijo
Una de las opciones que tienes a la hora de contratar una hipoteca es optar por una hipoteca a tipo fijo. Esto significa que pagarás siempre la misma cuota mensual, independientemente de lo que haga el mercado o el índice de referencia. Así tendrás la tranquilidad de saber cuánto vas a pagar cada mes, sin sorpresas ni sustos. Bueno, quizás algún susto sí que te lleves cuando veas lo que te cobran de intereses, pero eso es otra historia.
La ventaja de las hipotecas a tipo fijo es que te protegen de posibles subidas de los tipos de interés, que podrían encarecer tu hipoteca y dificultar tu capacidad de pago. La desventaja es que suelen tener un tipo de interés más alto que las hipotecas variables, y que no te beneficiarás de las posibles bajadas de los tipos de interés, que podrían abaratar tu hipoteca.
La mejor hipoteca a tipo fijo es la que tiene el tipo de interés más bajo, el plazo más corto y las menores comisiones y vinculaciones. Para encontrarla, tendrás que comparar las ofertas de diferentes bancos y negociar las condiciones que más te convengan.
Hipoteca a tipo variable
Otra de las opciones que tienes a la hora de contratar una hipoteca es optar por una hipoteca variable. Esto significa que la cuota mensual que pagarás dependerá del tipo de interés que se aplique en cada momento, que suele estar vinculado a un índice de referencia, como el euríbor. Así, tu hipoteca se adaptará a las fluctuaciones del mercado, subiendo o bajando según el índice de referencia. Vamos, que tu hipoteca será como una montaña rusa, con sus subidas y bajadas, sus emociones y sus mareos.
La ventaja de las hipotecas variables es que suelen tener un tipo de interés más bajo que las hipotecas fijas, y que te puedes beneficiar de las bajadas de los tipos de interés, que reducirán tu cuota mensual. La desventaja es que te expones a las subidas de los tipos de interés, que aumentarán tu cuota mensual y podrían poner en riesgo tu capacidad de pago.
La mejor hipoteca variable es la que tiene el diferencial más bajo, el plazo más corto y las menores comisiones y vinculaciones. Para encontrarla, tendrás que comparar las ofertas de diferentes bancos y negociar las condiciones que más te convengan. Es decir, lo mismo que en el caso de las de tipo fijo.
¿Qué es una hipoteca a tipo mixto?
Una hipoteca a tipo mixto es una hipoteca que combina un periodo inicial a tipo fijo y un periodo posterior a tipo variable. Esto significa que durante los primeros años pagarás una cuota fija, independientemente de lo que haga el mercado o el índice de referencia, y después pagarás una cuota variable, que dependerá del tipo de interés que se aplique en cada momento, que suele estar vinculado a un índice de referencia, como el euríbor.
La ventaja de las hipotecas a tipo mixto es que te ofrecen lo mejor de ambos mundos: la seguridad de saber cuánto vas a pagar durante los primeros años, y la posibilidad de beneficiarte de las bajadas de los tipos de interés después. La desventaja es que también te expones a lo peor de ambos mundos: el riesgo de que los tipos de interés suban después, y el hecho de que suelen tener un tipo de interés más alto que las hipotecas puramente fijas o variables.
Como en loso casos antereiores, la mejor hipoteca a tipo mixto es la que tiene el tipo de interés más bajo, el menor diferencial en el periodo variable, el plazo más corto y las menores comisiones y vinculaciones. Lo del plazo será siempre y cuando la cuota resultante la puedas asumir. El menor plazo supone menos intereses a pagar pero también una cuota más elevada.
¿Por qué ahora es un buen momento para firmar una hipoteca a tipo mixto?
Ahora que ya sabes qué es una hipoteca a tipo mixto, te preguntarás por qué ahora es un buen momento para firmar una hipoteca a tipo mixto. Pues bien, hay varias razones que lo explican:
- Los tipos de interés parecen haber tocado techo, lo que significa que puedes conseguir una hipoteca a tipo fijo estos años, que te garantizará una cuota que te encaje durante los primeros años.
- Puedes conseguir una hipoteca que te permitirá pagar una cuota más baja cuando empiece el periodo variable, si como es de esperar comienzan a bajar en unos años.
- La inflación sigue siendo alta lo que significa que el poder adquisitivo del dinero está bajando. Por eso, puede ser una buena opción comprar una casa ahora en lugar de esperar a que se encarezca más, y financiarla con una hipoteca que te permita pagar una cuota asumible.
La mejor hipoteca para funcionarios
Si eres funcionario, tienes una ventaja a la hora de contratar una hipoteca, y es que los bancos te consideran un cliente de bajo riesgo, por tu estabilidad laboral y tus ingresos regulares. Por eso, es posible que te ofrezcan condiciones más favorables que a otros clientes, como un tipo de interés más bajo, un plazo más largo o unas comisiones más reducidas. Vamos, que los bancos te quieren más que a su madre.
La mejor hipoteca para funcionarios es la que se adapta a tus necesidades y preferencias, ya sea a tipo fijo o variable, y la que tiene las mejores condiciones posibles. Para encontrarla, tendrás que comparar las ofertas de diferentes bancos y negociar las condiciones que más te convengan. O mejor aún, contratar a un experto que lo haga por ti, como yo.
Cómo elegir la mejor hipoteca: consejos prácticos
Ahora que ya sabes todo esto vamos a recapitular y concretar en qué aspectos te debes de fijar. Solo tienes que seguir estos consejos prácticos y podrás elegir la mejor hipoteca para ti. Eso sí, prepárate para hacer algunos sacrificios, porque una hipoteca es como un matrimonio: para lo bueno y para lo malo, hasta que el pago os separe.
El tipo de interés
Es el precio que pagas por el dinero que te prestan. Puede ser fijo, variable o mixto. El fijo es el más seguro, porque sabes lo que vas a pagar siempre, pero también el más caro. El variable depende de un índice, como el Euribor, que puede subir o bajar según le dé la gana. El mixto es una mezcla de los dos, que suele salir más caro al principio. Lo mejor es que elijas el tipo de interés que más te convenga según tu situación y expectativas económicas. Y si no lo tienes claro, siempre puedes tirar una moneda al aire.
Plazo de amortización
Es el tiempo que tienes para devolver el préstamo. Cuanto más largo sea, menos pagarás al mes, pero más intereses acumularás. Cuanto más corto sea, más pagarás al mes, pero menos intereses. Lo ideal es que elijas el plazo que te permita pagar cómodamente la hipoteca sin renunciar a otros gastos esenciales. Y si no puedes, siempre puedes pedirle un favor a tu suegra.
Gastos y comisiones
Son los extras que te cobra el banco por darte la hipoteca. Recientemente se modificó la ley de forma que muchos de los gastos que antes pagaba el cliente ahora corren a cargo de las entidades bancarias. Entre las comisiones, las de apertura, cancelación y subrogación. Lo mejor es que compares los gastos y comisiones de las distintas ofertas y negocies con el banco para reducirlos o eliminarlos.
Productos vinculados
Son los servicios o productos que el banco te obliga a contratar o mantener para darte la hipoteca o mejorar sus condiciones. Los más habituales son los seguros, las cuentas, las tarjetas y los planes de pensiones. Valora el coste y la utilidad de estos productos y evita contratar los que no necesites o no te convengan. Otra opción es hacerte amigo del director del banco.
Estos son algunos de los aspectos que debes tener en cuenta a la hora de elegir una hipoteca. Pero recuerda, cada caso es diferente y requiere un análisis personalizado. Por eso, es recomendable que consultes con un experto independiente que te asesore y te ayude a encontrar la mejor opción para ti. O que te toque la lotería. 🐶